Bueno.
Pues esto se acaba.
Primero
quiero dar las gracias a todos los que habéis seguido este Blog: Amig@s, conocid@s,
desconocid@s y por conocer... Que
me habéis dado ese empujoncito que me hacía falta a veces para seguir.
A
todos lo que me habéis acompañado unos kilómetros y los que me habéis dado
conversación.
A
la Zarigüeya, que nos hemos hecho sufrir, pero ha subido donde casi no suben
los helicópteros, que le hecho correr por el ripio hasta partirla y se ha
pegado un buen baño de sal, pero ha conseguido hacer el viaje para el que nació,
y se jubila en Sudamérica, como muchos europeos. Creo que estará bien; está en
Antofagasta. Una ciudad con playa y buen tiempo todo el año. Se va con más de cien
mil km y seguiría andando perfectamente otros cien mil.
A
Wences, que le he vuelto loco con mi torpeza con la tecnología y le he hecho
currar de lo lindo. Pero cómo es un artista, ha conseguido que esto quede medio
decente…
Y
sobre todo a mi familia y mi chica Natalia, que me permiten y me apoyan en
estas locuras, que me da por hacer.
Nunca
he escrito nada. Algunas cartas cuando estaba en las fuerzas armadas. Cómo a un
amigo que ahora hace sus pinitos con la poesía, siempre me suspendían en
literatura. Y del periódico sólo leo don Celes y Mafalda. No hago ni la sopa de
letras.
Espero
que lo hayáis pasado por lo menos la mitad de bien y de mal que yo, leyendo mis
relatos.
En
estos casi tres meses viajando por América, me he encontrado gente buena, gente
amable, gente graciosa y gente que está en este mundo, porque tiene que haber de
todo... Cómo en todos los lados. Pero en general el trato ha sido muy bueno y
me he encontrado a gusto.
Este
viaje no ha sido aburrido para nada. Me ha estado poniendo a prueba
continuamente y gracias a eso, he tenido menos problemas para escribir. Si no
tendría que haber hablado del tiempo.
He
manejado la moto los sitios increíbles. Me he encontrado en todo tipo de
situaciones, inundaciones en el desierto, incluso un terremoto. Que más se
puede pedir por este precio.
He
tenido momentos buenos y malos. Pero hasta los malos cuando se superan, se
hacen buenos. A veces los mejores.
No
sé cuantos km habré hecho. Tampoco importa mucho. He hecho los suficientes, no
tengo que batir ningún record. Siempre hay a alguien más guapo, más alto y más
listo. En mi caso tampoco es complicado.
También
dije que iba a enseñar mi equipo fotográfico.
Ahí
lo tenéis en la foto. Es ese viejo teléfono de botones y la mini-cámara del
casco. No hay más. El soporte, trípode o lo que sea, es de cosecha propia.
Ya
no tengo que hacer nada, simplemente montarme en el avión y dejarme llevar. En
unas horas estaré otra vez en Euskadi con mi gente paseando con mi perrilla. Y
me acordaré de toda la gente que se ha quedado aquí y los que siguen viajando, cómo
Matías. Dónde andará, se habrá comprado ya un casco en condiciones? o estará
vendiendo el cupón de la O.N.C.E. Cada vez que iba conduciendo, granizando o a
cero grados, me acordaba de él.
Pues
esto ha sido todo. Espero que os haya gustado y cómo digo siempre después de un
viaje de estos:
Este
es el último...
Agur!
Nos vemos en Euskadi!
Poco tengo que añadir yo a lo escrito por Juan, pero si quería también
despedirme de todos vosotros. Han sido 82 publicaciones, tras las que hay
muchos desvelos, preocupaciones, nervios, dedicación, pero sobre todo, mucha
ilusión por estar a la altura desde aquí con mi compromiso de dar a conocer las
aventuras de Juan.
Agradeceros de veras vuestra fidelidad en el seguimiento y comentarios
a las crónicas. Cada vez que veía el contador de vuestras visitas, como con el
paso de los días iba en aumento, y ver que en este momento contabiliza ya 12.970
visitas, ha sido para mí una gran motivación.
Efectivamente, al igual que dice Juan, después de una cobertura como
esta, yo también digo: esta es la última… Pero habrá más viajes, seguro, lo que
no sé es si serán merecedores de otro Blog como éste, o no estarán a la altura.
Hasta siempre, W